Kalin Krum ((Channing Tatum))

por **... Felix Felicis** Mar Oct 05, 2010 8:27 pm

KALIN KRUM
as: Kalin Dragomir Krum;; Kalin, Kal, Dragomir, Drago (solo 1 persona) Krum (lo odia)
18 años ;; 7mo año de Durmstrang ;; Capitán y Cazador.

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Kalin creció en el seno de una de las familias más reconocidas, respetadas, con más poder y renombre de Bulgaria y de gran parte de Europa. Al contrario que la mayoría de los matrimonios de las grandes familias el de sus padres no fue concertado, lo hubiera sido ya que después del desengaño amoroso sufrido por Alisha su padre, Víctor Krum hijo, se quiso olvidar del amor y tenía muy claro que si se casase, si alguna vez lo hacía, sería por interés. Su historia empieza cuando Víctor andaba centrado en su carrera de quidditch y un día como cualquier otro se cruzó en su camino Natasha Melkinov, una linda e inteligente muchacha, a la cual conoció en una de sus visitas al directo de Durmstrang, gran amigo suyo y de la familia desde hacía tiempo. Ella estaba teniendo la entrevista para conseguir el puesto de profesora de encantamientos y él sin querer les interrumpió ya que pensaba que el director andaría solo a esas horas. Víctor quedó sorprendido cuando supo la finalidad de la visita de ella, entrar a trabajar como profesora; le sorprendió porque, para empezar, era bastante más joven de lo normal para un puesto así, pero lo más extraño es que a pesar de que normalmente el director no solía contratar a mujeres ésta, incluso con el plus en contra de la edad, había logrado convencerlo. Cuando acabaron la entrevista Victor le preguntó que qué era lo que tenía ella para que hubiera dado su brazo a torcer, el director le dijo que aparte de su gran currículo y el talento demostrado, le convenció por ser una muchacha “especial e interesante” que encajaba a la perfección con el perfil que se pedía a los docentes del colegio. Esto despertó la curiosidad de Krum y quiso ver con sus propios ojos a qué se refería su amigo; así fue como se empezaron a conocer poco a poco y con el tiempo, sin saber muy bien como, consiguió conquistar el aparentemente inalcanzable corazón de Krum y él el de ella.
Kalin ha vivido como un niño mimado durante todo lo que lleva de su vida; ha logrado, obtenido y hecho todo lo ha querido sin conocer el significado de la palabra trabajo, consecuencias o problemas gracias al poder, fama y dinero que le ha otorgado el apellido de su padre y de su abuelo; nadie a conseguido ponerle limites ni normas, está acostumbrado a hacer lo que le viene en gana sin preocuparse de nada. El apellido Krum ya tenía su valía, pero su abuelo elevó ese apellido a todo el esplendor del que actualmente goza, sobre todo por estar considerado uno de los mejores jugadores de quidditch en toda la historia y participar en el Torneo de los Tres Magos.
Ya desde pequeño Kalin ha vivido en la mansión de los Krum, familia de las pocas que quedan que pueden presumir de ser sangre limpia en Bulgaria (por lo que mantienen las antiguas ideologías acerca de la pureza de sangre, y el merecer del poder para los magos) conviviendo con la magia y el quiddditch en su estado más puro. Vivir en una casa de magos ofrece innumerables ventaja, entre ellos el más importante es que no tiene por qué tener ningún reparo en usar la magia. Quizás por eso mostró a una excesiva corta edad su magia, al menos más pronto que cualquier mago que no viva en el mundo mágico, por eso de estar rodeado de ella y viéndola practicar todo el día. Cuando Kalin empezó a caminar su padre decidió que era hora de probar su valía para la escoba esperando que hubiera heredado el don de su abuelo para volar, el cual para su desgracia él no había heredado así que tenía la esperanza de que su hijo si, efectivamente no defraudó en absoluto a Víctor, ya que a pesar de su corta edad no solo consiguió mantenerse en la escoba sino lograr un vuelo bastante aceptable.
Al observar tales actitudes su padre, como él decía, decidió hacer de Kalin “un hombre de provecho”, su padre era y es una persona a la que quiere mucho, idolatra y respeta profundamente, lo adora es su modelo a seguir en la vida al igual que su abuelo es su modelo a seguir en el quiddicht, es quien siempre a cuidado por su futuro , el que le ha dado todo y enseñado lo que sabe, y en el fondo sabe que aunque no lo demuestra le quiere pero a veces lo detesta, es más en ocasiones piensa que podría llegar a convertirse alguna vez en la persona que más odiase, ya que su infancia la consagró por culpa suya y de su abuelo, que era quién le daba los planes de entrenamiento, consejos y rectificaciones, a entrenarse en cuerpo y alma al quiddicht, cuyo entrenador fue su propio padre con todo lo que había aprendido de su abuelo y este mismo. También desde pequeño estudió y práctico concienzudamente los hechizos de duelos, de esto se encargó su madre ¿quién mejor sino que una profesora de encantamientos? Su padre era un magnifico entrenador pero se le olvidaba ser padre nunca fue de mostrar abiertamente sus sentimientos por su personalidad, su pasado y por su condición de búlgaro lo que al juntarse con la disciplina del entrenamiento hizo que en muy contadas ocasiones tuviera algún gesto de cariño hacia su hijo, a pesar de que este supiera que le quería le hubiera gustado que lo demostrara alguna vez más y no sentirse como su “obra maestra”. Por no recibir no recibía ni siquiera ni una palmadita de ánimo más bien todo lo contrario siempre era duro, crítico e inflexible con él, para su padre nunca era suficiente, nunca se esforzaba ni daba lo mejor que podría dar, siempre quería más y más perfección y a Kalin siempre le daba la sensación de que era una gran decepción para él y que no llegaba a alcanzar sus metas. Por otro lado estaban aquellas malditas comparaciones que tanto odiaba las cuales le persiguen desde que nació y que parece que nunca le dejarán de perseguir y que tanta presión le producen; siempre que hacía algo bien su abuelo o su padre ya lo habían hecho y seguramente mejor, en muchas ocasiones le daba la sensación de que cuando la gente lo miraba o trataba con él a quien veían no era a Kalin sino a algunos de los Victor Krum, quizás por todo eso lo detestaba tanto. Sin embargo su madre era toda la antitesis a Krum y gracias a dios cubría las carencias de este, era dulce, simpática, amable, paciente, valores que siempre le inculcó y enseñó; era el único y verdadero amor que Kalin conocía, siempre lo protegía, cuidaba, animaba, comprendía…era a la única que parecía importarle Kalin de verdad como persona. Por eso quería profundamente por encima de cualquier persona a su madre.
Con tanto entrenamiento su infancia no fue como la de cualquier niño con esa edad, jugando y disfrutando de la inocencia de la que se supone que un niño debe poseer, no, su padre no le daba ni un minuto de respiro debía ser el mejor jugador y duelista que se hubiera visto en siglos…por eso el único amigo con el que podía pasar el tiempo era Ilian, el hijo de unos amigos de sus padres, y porque se celebraban bastante encuentros entre mortífagos en su casa, sino seguramente ni a Ilian hubiera tenido, aunque desde que tenía memoria lo conocía y también a su familia, era normal teniendo en cuenta el pequeño número de familias antiguas y de sangre limpia que quedaban. Esto hizo que Ilian pasara a ser el único chico que ha llegado a considerar amigo de verdad a lo largo de toda su vida y el único que, exceptuando a su madre, pudiese conocerlo a fondo, los demás se acercaban por interés o simplemente no confiaba en ellos. Kalin confiaba en muy pocas personas que no fuera él mismo, de hecho solo en dos, Ilian y su madre, su padre a pesar del respeto e idolatración que le tenía no sería una persona con la que se pondría a sincerarse.
Al entrar en Durmstrang, la escuela favorita de su padre por el trato que se le daba a las artes oscuras, ya manejaba a la perfección los encantamientos básicos que se suponía debería aprender en los primeros años en la escuela. Entrar a Durmstrang no significó ni mucho menos que tuviese un respiro para tener una adolescencia como dios manda, no, para nada. Todo lo contrario, siguió el entrenamiento con su padre o su abuelo los fin de semanas, aunque normalmente eran con su padre debido a que a su abuelo empezaban a pesarle los años para estar tanto tiempo allí en el campo de pie o encima de una escoba, con su madre repasaba los encantamientos básicos en clase y recibía clases particulares para seguir avanzando más deprisa de lo que le correspondía; además a eso se le sumó los entrenamientos y partidos con el equipo de quiddicht al que entró, como no podía ser de otro modo, en su primer año y por si todo eso fuera poco clases particulares con el profesor de Artes Oscuras, mortífago amigo de la familia. En Durmstrang se adueñó prácticamente de la escuela con su grupo de “amigos”. Kalin en apariencia parece prácticamente perfecto tanto como alumno como persona, sus actos quedaron siempre a la sombra, su expediente aparte de contener unas magnificas notas no debería estar tan limpio como aparece, pero no existen pruebas que lo incriminen en los accidentes sucedidos durante su estancia en el colegio; su lema es: ''Aparentar te da poder para actuar'' y por el momento le ha dado resultado. Nunca ha tenido verdaderos amigos, a excepción de Ilian su único y mejor amigo, siempre han sido compañeros de salidas, de maldades o siempre estaba rodeado de gente que lo seguía por ser brillante o simplemente por todas las ventajas que conllevaba su apellido. Ya en cuarto curso es un fantástico cazador y un gran duelista, conoce todos los hechizos y encantamientos que el resto de chicos aprenderían a lo largo de sus siete años en la escuela.
Su vida era casi perfecta, pero lo bueno nunca dura…por eso en el verano justo antes de entrar a quinto, como era la costumbre de la familia en todas las vacaciones realizaron un viaje, esta vez tocaba Canadá, más concretamente Iqaluit la capital de Nunavut una de las provincias del territorio de Canadá; sus padres tenían predilección por los sitios fríos y quitando esa provincia por estar cerca de Groenlandia, en las demás hacía un caluroso verano
.En el segundo día de las vacaciones, ya al final del día Victor le obligó a entrenar bajo la fuerte lluvia que terminó convirtiéndose en nieve, no le perdonaba ni un día estuvieran donde estuvieran, fuesen las fechas que fuesen o hiciera el tiempo que hiciese; cosa que no hizo más que se mosqueara y odiase un poco más a su padre, pero pese a eso obedeció pues sabía que sino seria mucho peor. Al finalizarlo, entró a la mansión que su padre había alquilado para alojarse durante su viaje, se dio una rápida ducha, se puso otra ropa puesto que la suya estaba empapada y se fue directamente a la cama, estaba totalmente agotado el día había sido bastante ajetreado y el entrenamiento no había ayudado mucho a estar menos cansado, había resultado verdaderamente duro. Andaba acostado en su cama, sus padres estaban ya durmiendo también, lo sabía porque su madre como acostumbraba había venido a verlo y darle el beso de buenas noches antes de bajarse al salón para leer, tenía esa pequeña costumbre no conseguía dormir si no leía un poco pero a Victor le molestaba muchísimo cualquier tipo de luz para dormir y solía venirle el sueño antes que a ella por lo que siempre leía en el salón, al igual que esa noche.
A eso de las tres según indicaba el reloj se despertó, estaba pasando frío iba a taparse mejor para continuar durmiendo cuando notó las ganas de ir al baño. Al volver, un poco zombi, del baño vio como la luz del salón aún seguía encendida, sabía que era su madre que aún andaba leyendo; se preguntaba que sería esta vez ¿se habría enganchado enormemente con el libro o había algo que le preocupaba? No pudo evitarlo, su madre era su debilidad, por eso a pesar de estar agotado y que su cuerpo solo le pidiese meterse en la cama decidió bajar a ver de cual de las dos opciones se trataba para que su madre, aún a esas horas, siguiera despierta. Si era la primera podría pasar un rato con ella completamente a solas cosa que de la que le encantaba disfrutar, era de las cosas que más le gustaban, si era la segunda quizás aunque solo fuera hablando podría ayudarla, no soportaba saber o intuir que su madre no estaba bien, aunque solo fuera en parte.
Bajó sigilosamente las escaleras, si despertaba a su padre se la cargaría y mucho tenía el sueño demasiado ligero según él como mecanismo de defensa como para no despertarse con un simple crujido más fuerte de lo normal. Al llegar al marco de la puerta vio a su madre a la luz de la chimenea leyendo tan enfrascada como para no percatarse siquiera que estaba en la puerta. Se detuvo en la puerta y apoyó su cuerpo y su cabeza en el marco, sin hacer ruido no quería molestarla ni que se diese cuenta de que estaba allí solo quería contemplarla un poco y se iría a dormir, ya que estaba claro que nada le pasaba solo había que observar su calma, su respiración tranquila y pausada, aquella sonrisa que de vez en cuando se acentuaba con algo que leía, su pálida tez iluminada por la candela, sus ojos azules intenso moviéndose rápidamente recorriendo cada palabra del libro como deseando devorar la siguiente…esos ojos que tanto le gustaban, es más le encantaban, podías sentir como con aquél azul intenso te analizaba milímetro a milímetro a la vez que desprendían aquél brillo especial que denotaba alegría y dulzura, los adoraba era lo que más le gustaba de ella, obviando por supuesto su personalidad; le fascinaba ver a su madre así de contenta y tranquila, realmente le fascinaba verla feliz y en ese momento se lo parecía y mucho, para él significaba tanto la persona que estaba allí sentada que era muy importante que lo fuera incluso aún cuando, si algún día fuera necesario, tuviera que sacrificar la suya propia, lo haría sin pensárselo ni un segundo. Andaba embelesado mirándola perdido en esos pensamientos cuando un gran crujido de cristales hizo temblar toda la casa. Todo pasó en un segundo un leve pero audible susurro le llegó hata el oido pronunciando unas palabras que le horrorizaron: “Avada Kevada”. Un rayo verde entró a la velocidad de la luz por la ventana directo hacía ella y en el momento en el que le impactó su madre, Natasha, dejó caer el peso de su cuerpo muerto sobre el sofá. Sino fuera porque sabía a la perfección lo que hacía el hechizo y porque los ojos de su madre, siempre vivos con una chispa especial…ahora no tenían ninguna expresión simplemente se habían apagado, juraría que solo estaba inconsciente. A Kalin el cuerpo se le heló, la sangre parecía volverse espesa, las fuerzas comenzaron a fallarle, sus piernas comenzaron a temblar sin poder contenerlas sin ser capaces de sujetarlo ya en pié, por lo que cayó al suelo mientras seguía apoyado en el marco contemplando a su madre; daba igual la orden que su cerebro diese a su cuerpo, éste no respondía, no podía ser verdad no podía acabar de ver morir a la persona a la que más quería…no podía estar contemplando su cadáver…¡no podía! Mientras tanto, su padre al oír el fuerte golpe contra la ventana y el ruido de los cristales al caer al suelo se despertó corriendo y en tan solo un segundo se apareció en el salón, miró hacía su madre después hacía él y finalmente hacía aquél hombre que había entrado por la ventana. La aparición de su padre le hizo despertar superficialmente de su trance, por lo que levantó su mirada más llena de odio que nunca, ni a su padre le había echado una mirada así, y la clavó en el extraño, necesitaba que supiera cuanto lo odiaba, necesitaba grabar ese rostro en su mente; este en vez de inmutarse ante la mirada del chico por el contrario parecía dispuesto a repetir sin ningún tipo de miramientos la misma maniobra solo que esta vez con Kalin, pero a él le daba exactamente igual, es más casi le hacía un favor si lo mataba, acababa de perder a la persona que más quería en el mundo, ese mundo que se había hundido bajo los pies para después caerle con todo su peso sobre la cabeza en el momento en que su madre había muerto, para Kalin nada tenía sentido ya sin ella.
Aquél desconocido, el asesino, lo miró fijamente y comenzó a levantar su varita para apuntarlo, pero Victor fue más rápido. Le lanzó un hechizo que sabía que podría no le costaría demasiado parar, de hecho lo hizo, pero consiguió lo que quería: interrumpir el otro hechizo con el que estaba para lanzar otro de protección y desviar la atención de su hijo. Esto desembocó en una encarnizada batalla entre los dos hombres mientras Kalin los miraba casi sin verlos el shock era demasiado grande para él; escuchaba a su alrededor los impactos de los hechizos rompiendo cosas por doquier, el no cesar de los dos pronunciándolos, el roce de alguno que otro pasando demasiado cerca de él…pero nada de eso le importaba para él era como el ruido extraño, como un mundo paralelo que no le afectase en absoluto, ahora mismo en su mente solo había sitio para pensar en una cosa y estaba tumbada sin vida en el sofá. De repente el ruido cesó ya no se escuchaban pronunciar hechizos, ya no se oían como las cosas se hacían añicos…no se oía nada, por lo que Kalin decidió prestarle un poco de atención a lo que ocurría, habían parado de pelear los dos se miraron el brazo drante una fracción de segundo para después observarse el uno al otro, para clavarse intensamente las miradas, así permanecieron sin decir nada hasta que el desconocido rompió el silencio mirándolo a los ojos para después pasarla hacia mí. “Debo irme, como bien sabes, pero recuerda tienes mucho más que perder que yo; estoy seguro que sabrás lo que te conviene.” Acto seguido sin que su padre hiciera nada desapareció por la puerta de la casa, dejándolos allí a los dos en un silencio sepulcral a ambos sin mirarse, sin mirarla. Su padre sin previo aviso le chilló, más furioso de lo que le había visto jamás, que se subiera a su habitación; esa noche no durmió nada, se la tiró llorando.
Después del entierro su padre tomó la firme decisión de mudarse de casa, se le echaba la casa encima, eran muchos recuerdos juntos que despertaban demasiadas emociones en los dos como para que fueran soportables; por eso su padre compró otra gran mansión que sería su nuevo hogar, aunque la antigua no la vendió quería conservarla intacta, exactamente igual a como la dejó su mujer y se negaba a que nunca nadie la habitase, incluso él mismo o su hijo. Aquella casa nunca sería vendida, nunca más sería habitada, nunca más la volvería a visitar…aquella casa sería un baúl de los recuerdos, una caja de pandora donde estuvieran contenidos para no dañarlos de nuevo y que nunca más se debería abrir sino se quería desencadenar la desgracia para su familia. Pero Kalin no lo veía así lo único que podía y quería era pensar en su madre y en intentar sentirse lo más cercano a ella posible, por eso la misma noche del entierro se escapó de su nueva casa para ir a la que la consideraba de verdad, donde había vivido con su madre. Allí durmió en la cama de sus padres, en el lado de su madre le encantaba dormir abrazado a la almohada porque aún olía a ella, se pasaba las horas muertas contemplando las fotos colgadas por la casa, mirando sus cosas y recordando cosas que habían vivido, llorando, pero lo que sobretodo hacía era leer, leer mucho era lo que más cerca le hacía sentir de su madre ya que ella había sido quién le había enseñado los placeres de la lectura. Estuvo tres días viviendo allí totalmente inmerso en su mundo que por aquél entonces giraba única y exclusivamente alrededor de todo lo que tuviera que ver con su madre y hubieran sido más días de no ser porque su padre la tercera tarde, cuando ya casi estaba anocheciendo, mientras leía en el salón irrumpió echo una furia en la casa, cuando lo encontró clavó una penetrante mirada llena de ira en los ojos de Kalin, su padre estaba fuera de sí por haber tenido que volver a esa casa y llevar tres días sin saber nada de él esperando que se le pasara el arrebato de niño chico como lo había definido esperando que volviese a casa bien, por eso le espetó: “Al final me has hecho venir, pensaba que se te pasaría esta rabieta antes de que me obligaras a pisar esta casa de nuevo pero ya veo que eres mucho más débil de lo que pensaba ¿cómo te atreves a desperdiciar mi tiempo preocupándome con chiquilladas?” Esa noche fue la primera vez que Kalin sintió en propia piel un crucio, tal era la rabia que padre sentía ante lo que había hecho que creyó que se merecía tremendo castigo; hasta ese momento no había sentido un dolor físico parecido, por eso aprendió la lección de no desobedecer a su padre de nuevo, no preocuparlo, no desperdiciar su tiempo y claro está dejar el tema de su madre tranquilo, al igual que no visitar su antigua casa.
Pero para Kalin la muerte de su madre fue el golpe más duro que nunca hubiera podido recibir por eso fue a verla al cementerio a los pocos días de haber vuelto a su nueva casa y allí delante de la tumba de su madre juró que no volvería a querer a nadie de aquella manera, incluso aún cuando nunca se había llegado a enamorar no se dejaría hacerlo, el amor que tenía por su madre era lo más cerca que había estado de amar a nadie y dolía demasiado; no volvería a pasar por aquello, amar a alguien para él era sinónimo de debilidad y de dolor.
Con la muerte de su madre la relación con su padre no solo no mejoró sino que si cabía empeoró. Victor se volvió mucho mas introvertido, frío, borde, exigente, insensible, autoritario, sarcástico…en resumidas cuentas todas las características que más odiaba de su padre y que su madre conseguía aplacar volvieron en su mayor esplendor; además ya no hacían ningún viaje por placer, estaban en la misma casa pero quitando que hubiese algún asunto sobre las responsabilidades de Kalin que tocar nunca estarían en la misma habitación, no celebraban la navidad de hecho Kalin evitaba ir a casa por estas vacaciones y siempre era de los que se quedaba en el colegio, ya que en esa época su padre estaba algo más malhumorado e insoportable de lo normal que no era poco y a él tampoco es que le hiciera una tremenda, por no decir ninguna, ilusión celebrar una fiesta que estaba considerada familiar cuando su padre era más su entrenador personal que su padre y su madre no estaba. Empezaron de nuevo las clases, entró a quinto, el contacto con su padre se limitó a los entrenamientos, pero a él le daba igual que su padre solo le echara cuenta para el quiddicht y para nada más, su relación a partir de ese momento se ciñó a lo justo y necesario, ninguno hacía por tener más contacto con el otro.
Tal era el dolor que a pesar de no quererla olvidar nunca, al entrar de nuevo en Durmstrang pasó los días ocupándose en cualquier cosa entrenamiento, estudio, lectura, molestar a los demás, escribir…daba lo mismo que fuera mientras que le requiriese toda su atención, así evitaba pensar y llegaba a la cama lo suficientemente cansado para que no le costase trabajo coger el sueño, incluso ayudaba con las pesadillas que en esa época eran bastante frecuentes. Lo único de lo que disfrutaba algo de verdad era de la compañía de Ilian, de volar y según el momento del quiddicht, así poco a poco enterró, sin darse cuenta, en lo más profundo de su alma no solo los recuerdos de su madre sino todo lo que podía recordarle a ella, incluida su parte más buena, dulce, cariñosa, romántica…todo lo que ella le había enseñado, todo por evitar aquél dolor. En él ya solo se podía vislumbrar las facetas que esa perdida y su padre le habían dejado, es decir, la personalidad se le encrudeció mucho más de lo que ya era anteriormente teniendo un padre como el que tiene, no habiendo tenido una infancia normal, por su condición de búlgaro y por la muerte de su madre. Ahora está en su séptimo año sigue siendo un alumno de excelentes notas, sigue con sus habituales entrenamientos, sus clases prácticas de encantamientos y artes oscuras como la de los duelos y como siempre sigue haciendo lo que le da la gana pero siempre siguiendo su lema de aparentar. Espera pasar a formar parte pronto de los mortífagos, sigue sin tener apenas amigos y las chicas solo las quiere para cubrir sus necesidades. Al ser mayor de edad, ya que cumple su mayoría antes de salir del colegio, junto con todo el entrenamiento al que le están sometiendo desde antes incluso de su ingreso al colegio controla hechizos que muchos chicos del colegio aún no pueden, además su exhausto entrenamiento le ha proporcionado el conocimiento y dominio sobre encantamientos, hechizos y artes oscuras, que muchos chicos de su edad ni se plantearían. Además como era obvio desde su primer año en la escuela entró a formar parte del equipo de quiddicht, de hecho este año fue elegido como capitán además de conservar su puesto de cazador en el equipo principal elegido para representar a Durmstrang en el Torneo de Quiddicht que se realiza entre las tres escuelas cada tres años turnándose ser el anfitrión cada año un colegio, este año será Hogwarts. También lo hubiera sido cuando estaba en cuarto y participó en el torneo también pero por aquél entonces aún cuando era el que más antigüedad tenía por eso de que lo escogieron en primero se consideró que tenía demasiada poca edad como para asumir un puesto de tan alta responsabilidad, cosa que le sentó fatal a él y a su padre, pero esta vez si que lo es y su propósito es que su equipo gane a toda costa.

Personalidad: Ahora es una persona fría como el hielo, no le importa nadie salvo si mismo y todo aquello que lo pueda beneficiar, a excepción de Ilian y en cierto modo…su padre. Es calculador, cruel y con un alto coeficiente intelectual y rapidez mental. Manipulador sabe como conseguir aquello que quiere sin importarle los medios. Es arrogante, refinado, elegante, sabe comportarse cuando quiere, es muy orgulloso y vengativo, algo prepotente y presuntuoso, muy independiente y autosuficiente, a veces caprichoso y bastante competitivo. Físicamente es muy ágil, rápido, preciso, impecable y letal en un duelo. Su cruda indiferencia hace que sea odiado y temido a partes iguales por muchos de los que le rodean. Sus ojos son su debilidad y su arma más potente al mismo tiempo; debilidad porque son los que descubren todas sus sensaciones pero esto es prácticamente imperceptible para los que no le conocen muy en profundidad para el resto del mundo, y esta es su arma, carecen de expresividad parece que nada los inmuta de su eterna expresión, esa fría indeferencia, esto llega a poner de los nervios o incluso a asustar a mucha gente. Su mirada siempre es profunda y penetrante, además da la sensación de que te analizan en todo momento, y en parte es así. Su peor defecto es dejarse llevar por sus impulso, porque a pesar de toda su frialdad es demasiado apasionado e impulsivo, pero a lo largo de su vida gracias a la disciplina de su padre ha aprendido como controlarlo y evitar que se convierta en su debilidad, el problema es cuando llega al punto extremo entonces le es imposible no dejarse llevar, por lo que al fin y al cabo es natural en él, se ciega por sus sentimientos, emociones e impulsos y se vuelve imprudente e irracional.

Gustos: ]Una de sus mayores pasiones es volar. Ser nieto de quién es y pasar la tarde hablando con su abuelo de quiddicht compartiendo historias y experiencias. Escribir su diario, es algo que hace desde pequeño pero que ahora le gusta y le es más necesario que nunca así puede descargar toda la parte que no le gusta y se niega a sacar con los demás, es la manera de mantener esa indiferencia y frialdad intacta en todo momento. Batirse en duelo, es algo que se le da bien y que le encanta por la rapidez mental que le exige, por los reflejos que hay que tener y por el esfuerzo físico que supone; verse a la altura de todo esto le reconforta enormemente. El quiddicht, siempre y cuando sea por gusto y no estén por allí su padre, su abuelo o cualquiera que haga que su mayor hobby se convierta en una obligación. Divertirse con cualquier cosa en compañía de Ilian, disfruta de su simple compañía ya que es como un hermano incluso lo que lo llega a querer se acerca mucho a lo que quería a su madre pero es algo que nunca reconocerá en voz alta. Hacer cualquier maldad que supongo fastidiar a alguien. El sexo es algo que a diferencia del amor le fascina y lo práctica siempre que puede al igual que como el lo llama “el arte de seducir”, ver como la chica que se propuso como objetivo cae en sus redes le llena de una satisfacción personal increíble y por supuesto rematarlo teniendo sexo es el mejor premio a obtener posible. Los animales, especialmente los más peligrosos. La libertad, adora sentirse libre sin que nadie ni nada lo ate o le cause esa sensación. Ganar, adora sentirse superior a los demás.

Odios: Odia con todas sus fuerzas y sin comparación a otro odio que pueda sentir a Scorpius Malfoy por matar a su madre, la persona más querida por él, es algo que siempre llevará con él, que no le perdonará jamás y por algo que si alguna vez puede se vengará. Como todo sangre limpia, mortífago (o futuro mortífago) odia a los muggles y a todo lo que tenga que ver con ellos. En cierto modo a su padre, aunque lo idolatre y adore por otro lado, su personalidad sobretodo la de después de la muerte de su madre y lo exigente e inflexible que es hace que llegué a odiarlo de verdad. A su abuelo por dejar el listón tan alto y que tanto él como su padre le exijan tanto en todos los sentidos de su vida sin dejarle respirar y, por supuesto, las eternas comparaciones con ellos. Que lo reconozcan por su apellido y por lo que hicieron su padre y su abuelo y no por quién él es. Todo lo que le recuerda a su madre porque le hace demasiado daño, aún no lo ha superado del todo. El amor lo considera un estado transitorio de estupidez que solo sirve para debilitarte y dañarte. Que lo consideren inferior o débil. Perder, tiene muy mal perder. Que le den órdenes, del único que lo soportaría sería del Lord. Que lo obliguen a algo o le corten su libertad. Que alguien leyera su diario, es algo que guarda con mucho recelo y que ni siquiera a Ilian se lo ha llegado a enseñar.

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Puede morir?: Si no quieres morir tú (y no tu personaje, sino tú) ¡no! ^^
Interpretado por: Channing Tatum.
Llevado por: ArTeMiSa.